La bellísima Catedral de Siena recupera su esplendor
La catedral de la ciudad italiana de Siena abrirá del 18 al 27 de octubre su extraordinario pavimento con incrustaciones de mármol, tras haber convocado el año pasado a más de 350.000 visitantes en una iniciativa semejante, según informa la agencia Ansa.
Habitualmente, el precioso piso de mármol está protegido de las pisadas de los fieles y turistas que cada día acuden al Duomo para rezar, y por lo tanto no es totalmente visible. Se trata del pavimento “más bello, grande y magnífico” jamás realizado, según una conocida definición del artista y biógrafo de artistas del Renacimiento Giorgio Vasari.
El piso del Duomo es el resultado de un complejo programa iconográfico realizado a través de los años, desde los siglos XIV al XIX. La técnica utilizada es la del grabado y engarzado con mármoles de procedencia local. Los dibujos preparatorios para las 56 placas fueron diseñadas por importantes artistas, casi todos seneses, entre ellos Domenico di Bartolo, Matteo di Giovanni y Domenico Beccafumi, además del célebre Pinturicchio.
En las tres naves el itinerario avanza entre temas de la Antigüedad clásica y pagana: la Loba que amamanta a Rómulo y Remo, el egipcio Hermes Trimegisto, las diez Sibilas, los filósofos Sócrates, Aristóteles y Séneca. En el coro se narra en cambio la historia del pueblo judío, la salvación a través de la figtura de Cristo, siempre evocado y nunca representado en el pavimento, pero presente en el altar, donde converge el itinerario artístico y religioso.
En el período de descubrimiento se revelará a la mirada del espectador también la parte dibujada por Domenico Beccafumi, que perfeccionó la técnica de la incisión marmórea hasta obtener resultados de luces y sombras asimilables al claroscuro de la madera. En el hexágono bajo la cúpula están representadas las historias de Elías y Acab, mientras en los recuadros cercanos al altar se ven en cambio los episodios de Moisés que hace salir agua de la roca y su historia en el Sinaí, además del sacrificio de Isaac.
Se podrán admirar de cerca los frescos del ábside y los ángeles en bronce adosados a los pilares cerca del altar de Domenico Beccafumi, uno de los exponentes más representativos del manierismo. Al mismo tiempo sigue la apertura extraordinaria de “La puerta del cielo”, los sototechos de la catedral, a los que nadie pudo acceder durante siglos, excepto los responsables de mantenimiento.
El recorrido hacia el “cielo” del Duomo comienza por una escalera caracol insertada en una de las torres que flanquean la fachada. Una vez llegados sobre las bóvedas estrelladas de la nave derecha, comienza un itinerario en pequeños grupos para caminar “sobre” el templo y admirar el interior de la iglesia y afuera la ciudad. Asimismo, mediante las partes vidriadas de la cúpula se podrá observar el pavimento en su conjunto, con una perspectiva distinta a la habitual.
Mientras el piso esté descubierto, las visitas guiadas a la puerta del cielo será harán también de noche. Después de esta experiencia, el vistiante comprenderá mejor las palabras de Cosima, esposa de Richard Wagner, en su diario del 21 de agosto de 1880: “Llego a Siena en torno a las 10.00, visita al Duomo. Richard está conmovido hasta las lágrimas, dice que es la impresión más fuerte que haya tenido jamás de un edificio. Quisiera escuchar el preludio de Parsifal bajo esta cúpula. En medio de tantas preocupaciones, un momento de felicidad: haber compartido con Richard este rapto, sentimiento de gratitud hacia mi destino“.
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