Museo del Prado: consejos para organizar la visita
Horarios y tarifas, colecciones imperdibles, horarios gratuitos y propuestas para chicos, entre las sugerencias para planificar un paseo por este gran museo de Madrid.
Por el Paseo del Prado -entre la fuente de las Cibeles y la estación de trenes Atocha- transcurre buena parte de la elegancia de Madrid. Y esa marca viene del siglo XVI, cuando todavía se llamaba Prado de San Jerónimo. Carlos III fue quien encargó la remodelación, que incluyó, entre otras sobrecargas de decoración, varias fuentes. El Museo del Prado está allí, en ese paseo.
Por el Paseo del Prado -entre la fuente de las Cibeles y la estación de trenes Atocha- transcurre buena parte de la elegancia de Madrid. Y esa marca viene del siglo XVI, cuando todavía se llamaba Prado de San Jerónimo. Carlos III fue quien encargó la remodelación, que incluyó, entre otras sobrecargas de decoración, varias fuentes. El Museo del Prado está allí, en ese paseo.
Es una de las pinacotecas más importantes del mundo, en buena medida gracias a las espléndidas obras de Velázquez y Goya, y a muestras de la pintura italiana, francesa, alemana y flamenca. Las dimensiones y la calidad del museo necesitan de cierto orden; quizá por aquello de las prioridades. Aquí, algunos consejos para organizar la visita.
1. Horarios y tarifas. El horario es de lunes a sábados de 10 a 20 y los domingos hasta las 19. El precio de la entrada general, que se puede comprar online, es de 14 euros y si le agrega un ejemplar de la "Guía del Prado", 23 euros. Los mayores de 65 años pagan 7 euros. Los puntos de información -para detenerse un rato y pensar qué ver- están en el Vestíbulo de los Jerónimos, en la Sala de las Musas y en la Rotonda de Goya. La entrada es gratuita de lunes a sábado de 18 a 20 y los domingos y feriados de 17 a 19. También, el 19 de noviembre (aniverdario del Museo del Prado) y el 18 de mayo (Día Internacional de los Museos).
2. Visitas con chicos. En todos los accesos al museo se entrega gratuitamente, para la visita en familia con niños de 8 a 12 años, juegos de pistas y material didáctico en español. También hay una audioguía infantil, recomendada para chicos de entre 5 y 12 años. Si un adulto acompañante alquila la audioguía (desde 3,50 euros) para los niños es gratuita. Para familias que visiten el museo con bebés, hay un servicio de préstamo gratuito de sillitas, que se pueden retirar al ingreso.
3. Colección. Está formada por alrededor de 7.600 pinturas, 1.000 esculturas y 8.200 dibujos, además de un gran cantidad de objetos decorativos y documentos históricos. En exhibición hay más de 1.300 obras.
4. Las meninas. Digamos que uno cuenta con todo un día para pasar dentro del Museo del Prado, que es como si uno fuera un niño, zambullirse en un frasco de caramelos. Claro que las primeras recomendaciones apuntan a no dejar de ver “Las meninas”, la obra más conocida de Velázquez, el artista preferido de Felipe IV.
La pintura representa al artista mientras pinta el cuadro en el que aparecen la infanta Margarita y otros personajes de la corte, algunos reflejados en un espejo detrás del pintor. Una de las grandes, de las indiscutibles del Museo del Prado que se puede ver en la zona dedicada a Velázquez, desde la sala 12 hasta la 16.
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5. Escuela flamenca. Una de las mejores puertas de entrada es la de Goya, no sólo por sus dimensiones; también por la luz que se filtra desde las claraboyas del techo, con forma de arco. En la sala 29, de la escuela flamenca, hay que ver "Las tres gracias", de Pedro Pablo Rubens, un óleo realizado entre 1630 y 1635. En la sala 56A otro artista flamenco indispensable: El Bosco. En el tríptico abierto “El jardín de las delicias” (1500-1505) están representadas tres escenas, el Paraíso, el placer y la vida, y... el Infierno.
6. El Greco. En la sala 8B, está expuesta “El caballero de la mano en el pecho”, de El Greco, uno de los más firmes argumentos para visitar el Museo del Prado. Es un retrato al óleo de 1580. Para ver más obras de este artista, como “La Trinidad”, hay que moverse entre las salas 8A a 10A. La obra del gran Goya está distribuida entre las plantas 0, 1 y 2. Aunque fue restaurada en 2008 no perdió su brillo ni su condición de fuera de serie absoluta: “El 3 de mayo en Madrid” o “Los fusilamientos” sigue siendo una de las pinturas imprescindibles del museo, tanto como “La maja desnuda”.
7. Internet. Podría decirse que la colección del Museo del Prado es inabarcable, pero no hay que ceder en el intento y organizarse. En la página web (www.museodelprado.es) hay sugerencias para ver lo mejor en una, dos o tres horas. Entre las obras que se mencionan en esa guía figuran “La Anunciación” (Fra Angelico, sala 56B), “Autorretrato” (Alberto Durero, sala 55B), “El lavatorio” (Tintoretto, sala 25), “David vencedor de Goliat” (Caravaggio, sala 6), “El triunfo de la muerte” (Bruegel el Viejo, sala 56A), “Judit en el banquete de Holofernes” (Rembrandt, sala 16B) y “El paso de la laguna Estigia” (Joachim Patinir, sala 56A).
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