Salta: Paisajes ideales para inspirarse

A lo largo de la ruta 40, desde Cachi hasta Cafayate, los Valles Calchaquíes exhiben cerros de colores, artesanos, bodegas y huellas de culturas milenarias.


POR GISELA GALIMI / ESPECIAL PARA CLARIN


Hay que tener corazón de guitarra, alma de cardón, unos versos de Castilla en la boca –el padre Manuel o el hijo Teuco– y el cuerpo dispuesto a rodar los caminos, para adentrarse de la mejor manera en los Valles Calchaquíesde Salta.
El camino es un triángulo que arranca en la ciudad de Salta y sigue por la ruta 68, para conectar la capital provincial con Cachi y Cafayate. A 15 kilómetros de iniciado el recorrido, el arco de entrada a Cerrillos anuncia “Tierra de poetas y cantores”. Uno de los hijos dilectos de este pueblo fue nada menos que Manuel Castilla. El intrincado camino de los valles no es otro que las curvas que traza el pañuelo de la zamba.
Las casas bajas de Cerrillos están rodeadas por una llanura extensa, que sólo se interrumpe con las elevaciones de los cerros de San Miguel y las cúpulas azules de la iglesia San José de Cerrillos, construida en 1820 y admirablemente conservada hasta la actualidad. A un costado, la plaza principal luce verde y florida.
Las atracciones principales de esta zona son el turismo rural y el Carnaval, aunque los lugareños recomiendan conocer los valles en primavera, porque en verano el agua de los ríos puede anegar los caminos y la ruta no llegar a completarse hasta Cafayate.
Antes de empezar a aflorar los valles, aparecen La Merced y El Carril, cuyas callecitas angostas rodean la iglesia, frente a una plaza en la que funcionan distintas ferias artesanales y se ofrecen ricas comidas regionales.
Más que invitar a conocer su pueblo, los vecinos proponen disfrutar de la naturaleza y las tradiciones. Algunos de sus distintivos son una reserva de truchas que se encuentra en el caserío de Pulares y una fiesta en homenaje a Martín Miguel de Güemes, que se celebra en junio.
Como si el camino de los valles bailara la zamba, aquí cimbrea, pañuelo al aire. La cuesta, de unos 20 kilómetros de extensión, es cortada abruptamente por la ruta 40, un camino ancho que serpentea y llega hasta el mirador panorámico de Piedra del Molino, a 3.340 metros de altura. Desde aquí se puede observar el Parque Nacional Los Cardones.
Casi llegando a Cachi –con el cerro Nevado de Cachi dominando el paisaje– se puede visitar Payogasta, donde se encuentra el viñedo más alto del mundo, a 3.700 metros sobre el nivel del mar. Las vides, la piedra y, sobre todo, los campos rojos de ají y verdes de cardón dan al paisaje ese gusto típico del Noroeste.
Nieve en las alturas
Para los que no sólo buscan siesta, guitarra y empanadas, Cachi ofrece las nueve cumbres de su cerro Nevado, la posibilidad de realizar trekking en sus valles y de recorrer el casco histórico, con un parque temático, la iglesia con un altar de madera de cardón y el Museo Antropológico. También se pueden visitar los sitios arqueológicos de culturas precolombinas La Paya y Las Pailas, de la mano de guías locales, que revelan a los turistas la historia de las piedras y las plantas de la zona.
De Cachi en adelante hay que girar con el camino –media vuelta y pañuelo otra vez al viento–, para retomar la ruta 40 hacia Seclantás, “capital del poncho salteño”. En Molinos se encuentra un criadero de vicuñas en semicautiverio, toda una rareza si se tiene en cuenta que estos camélidos mueren si se los apresa.
El camino continúa hasta Angastaco y surge una maravilla de la naturaleza: la Quebrada de las Flechas, en cuyos 20 kilómetros la montaña está cincelada como flechas, creando un espectáculo inusual, similar al paisaje lunar.
Pasando por San Carlos se llega a Cafayate, capital del vino salteño, en especial la cepa torrontés. Se pueden visitar bodegas y viñedos –donde se realizan degustaciones– y el Museo de la Vid y el Vino, y realizar un trekking hasta las Siete Cascadas.
Saliendo de Cafayate hacia Salta capital por la ruta 68 se aprecia la Quebrada de las Conchas, donde pueden verse formaciones rocosas de intenso color terracota, como El Anfiteatro y Garganta del Diablo, originadas por la erosión.
Antes de ingresar a la Quebrada surgen médanos de arenas blanquecinas. Más adelante, desde Coronel Moldes se accede a la reserva hídrica más grande de la región: el dique Cabra Corral, escenario de distintos deportes extremos y actividades náuticas, como pesca con devolución, rafting, canopy, tirolesa y bungee jumping. Para los más tranquilos, también hay una playa.
Más adelante, Guachipas presenta 33 cuevas con pinturas rupestres, creadas entre los siglos X y XV. Finalmente, antes de regresar a Salta capital, se vuelve a pasar por El Carril, La Merced y Cerrillos. Como para completar este mapa con forma de corazón, el corazón de la zamba.


MINIGUIA
COMO LLEGAR
Desde Buenos Aires hasta Salta capital son 1.494 km por ruta 9 (Panamericana ramal Escobar).
Buses desde Retiro hasta Salta capital: Almirante Brown, Balut, Chevallier, Flechabus, La Veloz del Norte y Vosa.
LAN vuela sin escalas desde Buenos Aires hasta Salta capital; ida y vuelta con impuestos, $ 1.462.  
Micro Flechabus desde la ciudad de Salta hasta Cafayate (4 hs.), $ 75 ida; hasta Animaná, $ 79; hasta San Carlos (5 hs.) $ 83.

DONDE ALOJARSE
En Salta capital, hotel Posada del Sol: habitación doble con wi-fi, desayuno y TV cable, entre $ 550 y $ 630; suite, de $ 650 a $ 750 (www.hotelpo sadadelsol.com).

INFORMACION
En Buenos Aires, Casa de la Provincia de Salta: Diagonal Norte 933, teléfono 4326-2456/9.
En Salta capital, (0387) 431-0950/0640.
info@turismosalta.gov.ar
www.turismosalta.gov.ar

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