Tren Historico
Trenes Turísticos
“Tren Historico”
El Tren Histórico del Ferroclub Argentino retrotrae nuestra mente hacia épocas donde viajar de la Capital al Buenos Aires cercano era toda una aventura.
Sólo ver a la Baldwin 2-6-0 envuelta en humo blanco en la plataforma de Federico Lacroze ya justifica el viaje. Construida en 1908 en los Estados Unidos, esta brava locomotora que perteneció al Ferrocarril de Entre Ríos comienza a empujar ocho coches de pasajeros, uno más bonito que otro: el reservado de familias 750 Brown Marshall de 1888, el Gloucester de segunda clase modelo 1910, el comedor Gloucester de 1930, el salón pullman Gloucester de 1910, y cuatro metálicos (un comedor y tres pullman) de 1955.
Pasamos por los talleres de Lynch, donde el Ferroclub tiene uno de los museos (los otros dos están en Escalada y en Santos Lugares) y enseguida un acordeonista nos deleita con las canciones de época, a las que el guarda responde con algunos pasos de baile. Los mayores se entusiasman y les cuentan a los chicos mil y una anécdotas de los trenes a vapor. Pedro Dickinson, vicepresidente del Ferroclub, nos acompaña y explica detalles de este servicio histórico hecho a pulmón sin aportes del Estado. La jugosa charla hace un paréntesis cuando llegamos a Fátima, donde a mano se gira la plataforma circular para dar vuelta la máquina. Luego llegará el asado, la música, el baile y los pastelitos en la estancia Santa Susana, para retornar a media tarde otra vez por el camino de acero. La nostalgia nos inunda cuando vamos pasando varias estaciones desactivadas y cuando al paso del tren muchas manos saludan como si dijeran adiós al pasado. Menos mal que este tren nos permite traerlo otra vez al corazón. llegaba a Capilla del Señor, pero ahora el tren sólo arriba hasta Fátima
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